Estuve un poco ocupado estos días pero no dejé de acompañar los titulares y las noticias de los periódicos a lo largo de esta semana.
Si me permite no puedo ver todo esto y quedarme callado.
Primero, hablemos sobre los mineros atrapados en una mina y sobre el rol de la prensa.
Transformaron algo bueno (el rescate de los mineros) en un circo tragicómico.
Todo en nombre del dinero como suele decir acá en Brasil un famoso presentador.
Para mi sorpresa, esta mañana, leyendo los periódicos de hoy, me dé cuenta que existe esperanza en la humanidad todavía. Mientras el mundo miraba complaciente al rescate, mientras el mundo iba de compras para regalar los más bellos regalos a los mineros: ipod, computadora, billete de viaje… un minero, atrapado a 70 días, ciego de lo que estaba sucediendo afuera, en medio de la oscuridad, pudo ver que todo que decía esta gente para los mineros eran tonterías.
- “La gente nos dice que somos héroes y no, no somos héroes, somos víctimas. Nosotros luchamos por nuestra vida no más, porque tenemos familias. Somos víctimas de los empresarios que no invierten en seguridad”
- “La gran mayoría pensó que la empresa nos iba a dejar ahí. Salía más barato dejarnos morir que rescatarnos”
- “La mina no nos quiso llevar, la mina nos quiso con vida, porque nosotros no éramos los malos, éramos víctimas de los empresarios que ganan millones y no piensan en el sufrimiento de la gente pobre”
- “Vamos a tener todo, van a llamar de todos los medios, pero en quince días, esto va a pasar”
Todo eso lo dice Franklin Lobos que ya fue un excelente jugador de fútbol conocido como el “Mortero Mágico” en los años 80 por su habilidad para lanzar tiros libres (tal vez sepa lo que significa la fama pasajera).
Agregó aún que a ésta gente sólo les quiere sacar todo lo posible a cambio de migajas y cuándo pase "los quince minutos de fama" se les abandonará a su suerte.
Los empresarios de la mina y de la prensa ganarán millones a costa de los mineros, y el pueblo de todo el mundo junto a la tele con los platos de comida llenos y botellas de vino vacías se compadecerá hasta que llegue otra tragedia.
Sin embargo todo eso sólo ocurre porque hay audiencia.
¿Quiénes son los verdaderos culpables?
¿Los políticos que usan la desgracia ajena para aumentar su popularidad y sacar réditos electorales?
¿Los medios de comunicación cuyos profesionales necesitan trabajar para ganar su dinero?
¿ o NOSOTROS?
Imbuidos por nuestro egoísmo y vedados a la verdad, olvidamos de preguntar:
¿Y los derechos de estos mineros?
¿Y la seguridad en las minas?
Olvidamos de exigir que:
Se cumpla la normativa de seguridad
Les pague salarios dignos…
Sin embargo buscamos la zona de conforto (pobres mineros... afortunadamente que no lo sucedió a mí)
Lo peor de nosotros… que se suceda siempre al otro (la compasión hipócrita - nuestra vía de escape alternativa)
Si no fuera así
Ya no habría este circo…
Los medios de comunicación se quedan en la anécdota emotiva en vez de analizar y denunciar las causas…
Y nosotros creamos que es verdad lo que quieren que creemos que sea.
Nos equivocamos una vea más.
¡Paren el mundo que quiero bajarme!
Nenhum comentário:
Postar um comentário