(24 Noviembre 2009) Hasta 40% de las mujeres en la región es víctima de violencia física y en algunos países, cerca de 60% sufre violencia emocional, señala un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la violencia contra de la mujer.
El informe ¡Ni una más! Del dicho al hecho: ¿Cuanto falta por recorrer? fue presentado hoy en Ciudad de Guatemala durante la Feria del Conocimiento, una de las actividades de lanzamiento del capítulo regional de la campaña global "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres".
Esta iniciativa fue lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon en febrero de 2008 y busca prevenir y eliminar la violencia en contra de las mujeres y niñas del mundo.
Las formas de violencia son muchas: maltrato de la pareja, femicidio, violencia contra menores de edad, acoso y violencia sexual, trata de blancas, violencia institucional, y la violencia discriminatoria contra mujeres migrantes, indígenas y afrodescendientes, entre otras.
Aunque la información regional al respecto es deficiente y los criterios para definir el concepto de violencia varían, se pueden delinear algunas tendencias a partir de encuestas nacionales de demografía y salud.
Según el estudio de CEPAL, la violencia física sufrida por las mujeres va desde golpes simples hasta agresiones severas con amenazas de muerte, acompañada por una fuerte violencia psicológica y, muchas veces, también sexual. Un 45% declara haber recibido amenazas de sus parejas, y entre 5% y 11% de las mujeres dice haber sido víctima de violencia sexual.
La violencia emocional es la más frecuente, señala el informe. En Colombia y Perú, por ejemplo, los casos superan 60%, mientras que en Bolivia y México llegan a casi 40%. Este tipo de agresión se refiere al maltrato psicológico (insultos, descalificaciones, humillaciones y burlas, entre otros) y a los medios de dominación que utiliza el agresor para controlar el tiempo, la libertad de movimiento y los contactos sociales de la mujer.
En algunos países, la violencia económica - el control sobre el uso del dinero - puede llegar a afectar a un tercio de las mujeres.
Erradicar la violencia contra la mujer debe convertirse en un objetivo central de las agendas públicas, ya que se trata de un problema de derechos humanos y es un obstáculo para el desarrollo del país, señala el informe.
A pesar de los notables avances en normativas internacionales y legislaciones nacionales que protegen los derechos de la mujer, el estudio consigna que existen serias deficiencias en la aplicación de las normas, en la provisión de servicios y en el acceso a la justicia por parte de las víctimas.
Tampoco se han destinado suficientes recursos a la prevención, sanción y erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer, agrega.
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