En la actualidad, existe un amplio acuerdo acerca del importante
papel que desempeñan los sistemas educativos para asegurar una
participación igualitaria en la producción, recreación y apropiación de
contenidos socialmente significativos. Es evidente que la educación no
es la única responsable de la compleja dinámica de nuestras sociedades,
pero tampoco cabe duda de que su contribución resulta decisiva en lo
que respecta a los fenómenos de inclusión o exclusión social.
Los países iberoamericanos afrontan algunos problemas estructurales en
el campo de la educación, fundamentalmente en lo que respecta a la
repetición, la sobreedad y el abandono, que constituyen auténticos
nudos críticos de nuestros sistemas educativos. Podría incluso decirse
que la expansión escolar ha tenido el efecto paradójico de crear una
nueva exclusión, en este caso educativa, que viene a sumarse a otros
factores de riesgo y vulnerabilidad social.
Detrás
de estos fenómenos aparece el fantasma del usualmente denominado
«fracaso escolar». Este número está dedicado a analizarlo, con la
convicción de que se trata de un asunto crucial para nuestro futuro
educativo y social. Para ello, como es habitual, contamos con voces
relevantes en el panorama iberoamericano que nos ayudan a adentrarnos
en su realidad y sus dimensiones desde diversas perspectivas.
La primera cuestión que se plantea al hablar del fracaso escolar se
refiere a la complejidad que el propio concepto encierra. El artículo
de Flavia Terigi que abre este número realiza un análisis interesante y
detenido de la función que la escuela ha desempeñado históricamente en
relación con el fracaso escolar. Se plantea el problema que supone su
interpretación como un problema psicoeducativo e individual, adopta una
posición crítica al respecto incorporando la consideración de las
prácticas escolares como prácticas culturales específicas y propone una
reconceptualización del concepto de riesgo educativo.
Avanzando
algo más en el análisis conceptual, el artículo de Juan Manuel
Escudero, María Teresa González y Begoña Martínez ofrece una lectura
del fracaso escolar desde la perspectiva de la exclusión social y
educativa. Para ello se plantea la necesidad de identificar el tipo de
bienes del que son privados determinados estudiantes y colectivos y se
insiste en la idea fundamental de que el fracaso o la exclusión deben
ser entendidos como fenómenos procesuales, en tanto que representan
trayectorias individuales y no simples acontecimientos aislados.
En esa misma dirección de reflexión conceptual se orienta el artículo
de Maria Luísa Bissoto, que prefiere hablar de fracaso en la escuela,
ya que se trata de un fenómeno que surge y se materializa en una red de
interacciones sociales en que participan la escuela, la familia y los
estudiantes. Son las interacciones existentes entre los tres polos las
que favorecen o dificultan los sentimientos de pertenencia a la
institución escolar. Desde ese punto de vista, la superación del
fracaso escolar exige una praxis de enculturación de las personas
implicadas en la cotidianeidad escolar.
Basándose
en la complejidad del fenómeno, María Montserrat Blanco y Francisco
Javier Ramos plantean la necesidad de abordar el tema mediante acciones
preventivas y paliativas. Como condición necesaria, señalan que todos
los agentes sociales implicados en la educación deben asumir su parte
de responsabilidad. Ello implica adoptar una perspectiva diferente, en
la que las acciones de todos ellos se complementen.
Entrando en un campo específico ligado con el fracaso escolar, Zulma
Perassi analiza el modo en que las culturas de la evaluación actúan
como tramas estratégicas, favorecedoras u obstaculizadoras de su
aparición. Concretamente, se revisa en qué medida algunos rasgos de
dichas culturas alientan trayectorias hacia el fracaso. Desde otro
punto de vista, Fabiola Cabra y Gloria Patricia Marciales examinan un
aspecto importante de la denominada «brecha digital», que no suele ser
objeto de atención especial. Se trata de la manera en que la
construcción de representaciones acríticas sobre la relación que
establecen los jóvenes con las tecnologías contribuye a ocultar algunos
factores generadores del fracaso escolar.
Cerrando
esta parte monográfica, el artículo de Rafael Feito analiza cómo la
escuela, especialmente a partir de la etapa secundaria, se convierte en
una institución excluyente. A partir de esa reflexión, se plantea en
qué medida algunos nuevos enfoques, como la enseñanza basada en
competencias o la consideración de nuevos conceptos de inteligencia,
pueden contribuir a paliar la situación de fracaso y encaminarse al
éxito escolar para todos.
Como es habitual, el
número se completa con algunos otros trabajos de naturaleza y
características diversas. En este caso contamos con la colaboración de
Antonio Monclús, buen conocedor de la pedagogía de Paulo Freire, que
analiza en qué medida su modelo educativo y cultural constituye una
alternativa a la idea del choque de civilizaciones. Claudio Rama
analiza la tendencia actual a la masificación de la educación superior
en América Latina, descendiendo a las implicaciones de dicho proceso en
el mantenimiento de las desigualdades tradicionales y en la
construcción de nuevas inequidades. El artículo de Jaume Sureda, Rubén
Comas y Mercè Morey presenta los resultados de un trabajo de
investigación centrado en el fenómeno del plagio académico desde el
punto de vista del profesorado. Por último, Diana Szarazgat, Claudia
Glaz y Carmen Gaetano analizan la presencia de los eufemismos en el
discurso educativo y el efecto de enmascaramiento que puede provocar.
El número se cierra con la habitual sección de novedades editoriales y
la memoria del año 2008.
Esperamos que al lector
le resulten interesantes tanto el tema general abordado como los
enfoques adoptados para tratarlo. Como señalaba al comienzo, el número
pretende plantear preguntas relevantes más que esbozar respuestas
esquemáticas. El fenómeno del fracaso escolar se liga al riesgo del
destino educativo de muchos niños y niñas de Iberoamérica y esto nos
compromete éticamente.
Alejandro Tiana Ferrer
domingo, 9 de agosto de 2009
Lecturas - Escuela y Fracaso
Lecturas - Escuela y Fracaso
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